Fragmento de capitel con decoración vegetal
Románico
Segunda mitad del siglo XII.
Ubicación original: Claustro
Este fragmento de capitel, que se localizaba en el claustro, muestra una decoración de hojas de acanto que adoptan una forma helicoidal. El motivo central está compuesto por flores de ocho pétalos. En él se aprecia la denominada técnica del trépano, un procedimiento de vaciado de la piedra mediante una herramienta percutora —el trépano— que permitía obtener auténticas filigranas. Este modelo refleja las influencias procedentes del cercano monasterio cisterciense de San Andrés de Arroyo, cuyas formas se difundirán por templos próximos, como el capitel del presbiterio de la ermita de Santa Cecilia de Vallespinoso de Aguilar.
En el arte románico, el acanto se emplea como símbolo del sufrimiento humano, pero también de la inmortalidad del alma y de la vida tras la muerte.




