Iglesia de Santa Marina de Villanueva de la Torre
Madera de haya
Escuela Taller Santa María la Real (Décadas de 1980 – 90)
Construcción original de finales del siglo XII y principios del XIII
Ruta por el románico de Santullán y la montaña de Palencia
Nos encontramos ante una maqueta de madera que representa la iglesia de Santa Marina de Villanueva de la Torre. La estampa que ofrece el caserío de esta localidad está cargada de simbolismo: la mentalidad medieval materializada en piedra. Al sur, la torre; al norte, la iglesia de Santa Marina. Poder eclesiástico y poder señorial. Entre ambas, el caserío, el pueblo, al que protegen y, al mismo tiempo, someten.
El templo, cuyo origen románico se remonta a finales del siglo XII, presenta una única nave con un ábside semicircular precedido de un presbiterio trapezoidal. La ventana central del ábside está enmarcada por una arquivolta decorada con puntas de diamante que descansa sobre una pareja de columnas rematadas por capiteles ornamentados con grifos afrontados sobre un fondo vegetal. Si alzas la mirada hacia la cornisa, podrás observar canecillos que representan parturientas, figuras en posturas obscenas y, en algunos casos, simples rostros.
Te invitamos a que recorras el templo, incluso en esta maqueta, para descubrir su armoniosa estructura y a que, si tienes ocasión, te acerques a Villanueva de la Torre para contemplarla en su emplazamiento real. Rodear el edificio permite admirar uno de sus elementos más destacados: la potente torre-campanario. De planta rectangular, muestra similitudes con las burgalesas de Vizcaínos de la Sierra y Jaramillo de la Fuente, con un cuerpo superior utilizado como campanario y vanos geminados en sus cuatro lados.
Ya en el interior, el arco triunfal que separa la nave de la cabecera destaca por sus magníficos capiteles decorados. A la derecha, el capitel representa la escena de Daniel en el foso de los leones, capturando el instante en que los animales lamen los pies de un Daniel en actitud orante. Al otro lado, otro capitel muestra cuatro grifos que se entrelazan con hojas de acanto. Tallados en piedra dolomía, ambos presentan una calidad superior a los demás y muestran la influencia del taller que trabajó en Vallespinoso de Aguilar y Rebolledo de la Torre. El retablo barroco que presidía el ábside fue desplazado a su ubicación actual en época moderna, para permitir que se apreciara la estructura románica original.










