Sepulcro de Nuño Díaz de Castañeda
Gótico
1303.
Ubicación original: capilla de Santa Ana, frente al altar
Nave norte de la iglesia (actual)
Nos encontramos ante el sepulcro de Nuño Díaz de Castañeda, VIII almirante del Reino de Castilla y señor de Castañeda, perteneciente a una de las familias más destacadas de la nobleza castellana de su tiempo y benefactora del monasterio de Santa María la Real. De este linaje se conservan otro destacado sepulcro, el de su hermano Pedro, que reposa a su lado.
Era frecuente que familias de relevancia situasen sus sepulturas en el interior de monasterios o iglesias, motivadas por la creencia en la eficacia de las oraciones de los monjes para la salvación de sus almas, al tiempo que ofrecían protección y apoyo económico al centro religioso. Este tipo de monumentos funerarios, característico de templos y monasterios medievales, se integraba así en un vínculo de reciprocidad entre la nobleza y las instituciones eclesiásticas.
La obra presenta una figura yacente tallada con sobriedad. El caballero aparece con la cabeza apoyada sobre un doble almohadón, vestido con pellote abotonado y manto acordonado, que sostenía con la mano derecha —actualmente desaparecida—. Los pies del relieve fueron recortados en época posterior, probablemente para adaptar la pieza a un lucillo de menor longitud, lo que explica su proporción irregular.
Si se observa con detenimiento, aún pueden apreciarse restos de policromía, algo habitual en los sepulcros medievales, pese a que la imagen actual más común sea la de la piedra vista. Según consta en la inscripción, el sepulcro fue labrado por Antón Pérez de Carrión en 1303, quien también realizó el de su hermano Pedro y probablemente el de Inés de Villalobos. Este artista es, además, la cabeza visible de una excepcional escuela de canteros que trabajaron a finales del siglo XIII, especializados en la talla de sepulcros. Entre sus obras más destacadas, además de las que aquí contemplamos, se encuentran los sepulcros de Felipe de Castilla e Inés Rodríguez Girón en la iglesia de Santa María de Villalcázar de Sirga.







